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(demografía , censos de población
) El reparto espacial de la población en el mapa de Aragón
nos muestra la existencia de tres áreas geodemográficas apoyadas en las tres unidades naturales de nuestra región. La Depresión Central del Ebro es la unidad física más densamente poblada, frente al despoblamiento del Pirineo y Sistema Ibérico, donde hay que exceptuar los municipios urbanos de depresión longitudinal intramontana de Calatayud-Teruel. La repartición actual de la población es el resultado de los movimientos migratorios surgidos espontáneamente como consecuencia de la pobreza de renta en las montañas, al no poder adaptar sus sistemas de explotación agropecuarias tradicionales a otros sistemas más competitivos que surgen con el desarrollo agroganadero de las comarcas de llano favorecidas por la transformación de los regadíos. Un análisis más pormenorizado del fenómeno distributivo espacial de la demografía puede realizarse por provincias.
• Geodemografía turolense: La provincia de Teruel , con 136.840 habitantes y una densidad demográfica de 9 hab. por km.2 (en 1998), es la de menor población y densidad de las provincias aragonesas. La mayor parte de los municipios turolenses han perdido población a lo largo del siglo XX y de forma especial los localizados en las Sierras del Maestrazgo
(Comarca del Maestrazgo
), Gúdar
, Javalambre
(comarca Gúdar-Javalambre
) y Albarracín
(Comarca de la Sierra de Albarracín
). Sólo han crecido los municipios urbanos de Teruel
y Alcañiz
, algunos de las Cuencas Mineras
, mientras otros de la vega del Jiloca, como Calamocha
, han disminuido en menor medida.
La dispersión del poblamiento es más frecuente en esta provincia que en el resto de Aragón; donde más abunda el hábitat disperso es en el sureste provincial, donde las masías han constituído -según M. Soláns- una forma de vida que se justificaba por el trabajo, ya que la mayor parte de los mases no eran de propiedad de la familia que los habitaba, trabajaba las tierras y cuidaba los ganados. Las masías están normalmente muy distanciadas unas de otras, muchas han perdido sus funciones económicas tradicionales, hoy son pocas las que están habitadas y están orientando su sistema económico hacia el agroturismo, de forma complementaria a las actividades agroganaderas. El resto del hábitat se concentra sobre los valles, a lo largo de los ejes fluviales (Jiloca
, Guadalaviar
, Alfambra
).
En conjunto, el tamaño medio de los municipios turolenses desde el punto de vista demográfico es el más reducido de los aragoneses, el 68% de los municipios tienen menos de 300 habitanes pero en ellos sólo vive el 15% de la población. De cara a una mayor eficacia de los servicios deberán fusionarse y agregarse muchos municipios entre sí, como ya sucedió entre 1970 y 1975, en que se pasó de 268 a 234, a pesar de que en 1981 dos municipios volvieron a desagregarse y hoy, en 1998, son 236 el número de ellos.
En la provincia de Teruel se pueden definir dos grandes áreas geodemográficas: las tierras bajas de la Depresión Central y las sierras del Sistema Ibérico turolense, junto con los enclaves mineros, que tienen un comportamiento demográfico excepcional.
Las tierras del Bajo Aragón cuentan con una densidad (25 hab./km.2) muy superior a la de las sierras; sin embargo, en el transcurso del siglo actual han perdido población todos los municipios con excepción de algunos del Bajo Aragón y Cuencas Mineras (como Alcañiz, Andorra
, La Puebla de Híjar
) donde la disminuición ha sido inferior. La disposición del hábitat es muy similar a la que adopta en las tierras limítrofes zaragozanas de la Depresión Central: bajo un clima árido, en un paisaje estepario, la población se concentra en los ríos Martín
, Guadalope
y Matarraña
. El curso del Guadalope es el principal hacinador demográfico, allí se encuentra Alcañiz, la segunda ciudad turolense, capital del Bajo Aragón (y la única de las ciudades que ha incrementado sus censos en el siglo actual), que a su función mercantil une la función industrial, transformadora de los productos de una comarca agrícola, esencialmente olivarera. De los demás grandes núcleos rurales: Calanda
, Alcorisa
, Albalate del Arzobispo
, La Puebla de Híjar todos han perdido población en el siglo actual a pesar de que presentan densidades más fuertes que los demás, gracias a la actividad minera carbonífera que drenan.
El Sistema Ibérico turolense, por sus bajas densidades y decrecimiento en el transcurso del siglo XX, puede compararse con el Pirineo. Sin embargo, hay algunos matices diferenciadores. Por lo pronto, en el seno del Sistema Ibérico hay que diferenciar tres unidades geodemográficas: las sierras, las vegas y los enclaves mineros.
Las sierras de Albarracín, Gúdar, Javalambre y el Maestrazgo, de economía mixta forestal-pastoril complementada con una pobre agricultura, han expulsado de forma constante población, con el objeto de alcanzar un óptimum demográfico; es decir, un equilibrio entre recursos económicos y población. En la sierra de Albarracín sólo hay un núcleo importante, Albarracín, que también se despuebla. Las sierras de Gúdar y del Maestrazgo son el dominio de las masías, unidades de explotación rústica a cargo de una o dos familias.
Frente al vacío demográfico de las sierras resaltan las mayores densidades de las vegas. A lo largo del Medio y Alto Jiloca las condiciones económicas son menos precarias. En torno a esta vega se ha desarrollado una estrecha pero intensa «cinta verde» que favorece el regadío hasta el Jalón, en la comarca zaragozana de Calatayud. Esta franja de regadío ha permitido el desarrollo de un rosario de municipios con un buen nivel de población, desde San Martín del Río hasta Cella
, y entre los que destacan Calamocha, Monreal del Campo
y Caminreal
. Las vegas del Alfambra y del Turia, más pobres, presentan menores densidades, incluso la capital Alfambra
que a finales de los setenta rebasaba el millar de habitantes, en 1998 apenas cuenta con 680. Teruel, en la confluencia Alfambra-Turia, supera los 29.300 hab., gracias a su función administrativa y comercial.
La otra gran excepción demográfica está constituida, como ya hemos señalado, por los enclaves mineros: la tradicional extracción de lignito en la sierra de San Just y la de mineral de hierro en Sierra Menera
explican las mayores densidades de Montalbán
, Utrillas
, Escucha
, Valdeconejos
, Ojos Negros
y Pozuel del Campo
. Hoy, se han agotado las reservas de hierro y el lignito está siendo objeto de una profunda reestructuración con el Plan de la Minería
. A pesar de la reciente crisis del carbón las Cuencas Mineras constituyen una de las zonas más pobladas de la provincia.
• Geodemografía oscense: La provincia de Huesca , con 204.956 habitantes y una densidad demográfica de 13 hab. por km.2 (en 1998), presenta una situación demográfica intermedia entre Zaragoza y Teruel, aunque respecto del nivel español resulte todavía en las posiciones provinciales de cola. En lo que va de siglo han perdido población la mayoría de los municipios, siendo los de las sierras exteriores pirenaicas los que han registrado una mayor sangría. Hay que exceptuar por su incremento poblacional a los núcleos urbanos del Somontano
, por su desarrollo mercantil e industrial, a los de la Depresión longitudinal intrapirenaica (sobretodo Jaca
y Sabiñánigo
), a algunos transformados por el turismo en el Pirineo
(Canfranc
, Villanúa
, Sallent
, Panticosa
, Benasque
) y otros de la tierra llana, beneficiados de los nuevos regadíos: comarcas del Cinca Medio
, Bajo Cinca
y La Litera
.
El número de entidades de población por término municipal es, en promedio, de dos, y la población que residía en hábitat disperso (las pardinas Monegros
. El tamaño demográfico medio de los municipios oscenses es algo superior al de los turolenses, el 54 % de los municipios tiene menos de 300 habitantes y sólo 16 municipios tienen menos de 100 hab. En esta provincia la política de fusiones y agregaciones se inició con anterioridad (1960-70) y de una forma más intensa que en el resto del territorio aragonés. Así, desaparecieron muchos municipios que se fusionaron con otros, de modo que en 1970 había 254 municipios, y en 1975, 209, y en 1998 sólo 202 distribuidos como se indica en el cuadro adjunto.
En la provincia de Huesca -como ya señalara Casas Torres- pueden diferenciarse tres áreas geodemográficas: el Pirineo, el Somontano y la parte oscense de la Depresión Central del Ebro.
En el Pirineo la densidad de población de la mayoría de los municipios está por debajo de los 4’5 hab. por km.2, con la excepción del Campo de Jaca, del área en torno a Sabiñánigo y de algunos otros municipios aislados como Canfranc, Biescas , Boltaña
y Aínsa
. En general, está algo más poblado el Pirineo occidental oscense que el oriental, y la depresión intermedia más que el Pirineo y las sierras exteriores. Con densidades similares, incluso inferiores al Pirineo, se encuentran las sierras exteriores (conocidas popularmente como Prepirineo
) se han despoblado en nuestro siglo con más intensidad, que ya estaba bastante vacío antes. Sólo han crecido algo Jaca, Sabiñánigo, Sallent y Canfranc, por el desarrollo de sus actividades de los sectores secundarios o terciarios (industria
, comercio
, turismo
, esquí
). El hábitat se concentra sobre los valles en pequeñas aldeas de menos de cien habitantes. Sólo las cabezas de valle rebasan los 500 hab., y por supuesto Jaca y Sabiñánigo, que destacan respectivamente, por su función mercantil e industrial.
En el Somontano oscense los municipios presentan densidades (14 hab./km.2) en torno o por encima de la media provincial, con excepción de los núcleos urbanos de Huesca
, Barbastro
y Monzón
(que superan los 100 hab./km.2), de La Litera (25-50 hab./km.2) y de algunos pequeños municipios rurales. En lo que va de siglo la despoblación ha sido menor que en el Pirineo; incluso algunos núcleos -los urbanos y semiurbanos- han crecido. Las entidades de población son mayores que en el Pirineo, pero no suelen pasar de los 500 hab. los municipios rurales. Los mayores núcleos de población responden en su situación al contacto que se da en todos los somontanos entre la economía silvopastoril de la montaña y la economía agropecuaria de la llanura: así nacieron como ciudades-mercado Barbastro y Huesca, que todavía en la actualidad desempeñan una importante función mercantil y de organización comarcal. Hacia estas ciudades se dirigió buena parte de la población rural que emigraba desde los núcleos de sus respectivas comarcas o desde fuera de éstas.
En las tierras llanas oscenses de la Depresión Central del Ebro se advierte el contraste entre los regadíos y los secanos. En los Monegros las densidades son mínimas, el desierto ecológico lo es también demográfico. En cambio, sobre los ejes fluviales la población se densifica en grandes núcleos rurales muy distantes entre sí. En nuestro siglo se ha acentuado el contraste: las tierras áridas y sedientas se han vaciado y las de regadío han aumentado. El núcleo de mayor población, y rector de esta zona, es Fraga , pero esta población se localiza en la vega del Cinca
, en la franja oriental limítrofe con Cataluña.
• Geodemografía zaragozana: La provincia de Zaragoza , con 841.438 habitantes y una densidad de 48 hab. por km.2 (en 1998), es la provincia más populosa y la más densamente poblada de Aragón; sin embargo, su densidad está todavía muy lejos de la media española. Dos hechos contribuyen a la superioridad provincial zaragozana: su desarrollo en la unidad natural de mayores posibilidades agrarias y, sobre todo, la presencia de la metrópoli regional, donde vive más de la mitad de la población aragonesa; de hecho, si descontamos la capital, la diferencia de población y densidad respecto de las otras provincias resulta mucho menor.
También en esta provincia un gran número de municipios ha perdido población en el transcurso del siglo. Sólo han crecido los núcleos urbanos —sobre todo la capital- en función del desarrollo industrial, o del propio desarrollo inducido por Zaragoza en los municipios de su entorno, o del desarrollo mercantil y de servicios de ciertas cabeceras comarcales y los núcleos rurales beneficiados por los nuevos regadíos.
La mayoría de la población se encuentra concentrada, siguiendo los ejes fluviales del Ebro y afluentes (Jalón
, Huerva
, Gállego
). El tamaño demográfico medio de los municipios es mayor que en las otras provincias aragonesas. Sólo el 49% de los municipios tienen menos de 300 habitantes y en ellos vive apenas el 2’2% del total de la provincia. La necesidad de agregaciones y fusiones es menor, y por tanto, éstas se realizaron más lentamente: en 1970 eran 298 municipios; en 1975, 292, y en 1998 son 291 los municipos, distribuidos del modo que el cuadro correspondiente muestra.
En Zaragoza se perfilan tres áreas geodemográficas: el extremo norte correspondiente a las estribaciones pirenaicas, las tierras de la Depresión Central y el Sistema Ibérico.
El extremo septentrional supone una pequeña porción del territorio zaragozano y una minúscula fracción demográfica, ya que se trata de la prolongación del vacío poblacional pirenaico que veíamos en Huesca. La densidad es inferior a los 6 hab. por km.2, y en muchos municipios inferior al 3%, el decrecimiento en el transcurso del siglo ha sido fuerte, y los municipios no alcanzan los 500 habitantes, con una media de 200 habitantes.
Sobre las tierras llanas de la Depresión Central se asienta la mayor parte de la población zaragozana. Es el área geodemográfica más poblada de Aragón, aun contando con grandes vacíos sobre las muelas (El Castellar
, Alcubierre
, la Muela de Borja
, La Muela
y La Plana), donde las explotaciones agropecuarias son extensivas, de rendimientos débiles y aleatorios. Ello quiere decir que la población se concentra, dando fuertes densidades, sobre los regadíos del Ebro
y sus afluentes: Arba
, Gállego, Queiles
, Huecha
, Jalón y Huerva. Son los municipios que cuentan con extensiones importantes de regadío (de mucha mayor rentabilidad económica que los secanos cerealistas de año y vez), los que más han crecido y especialmente los de los nuevos regadíos de las Cinco Villas
. Más han aumentado sin embargo, los afectados por la industrialización y sobre todo Zaragoza. La parte oriental de la Depresión Central, más pobre en regadíos es la que más población ha perdido en lo que va de siglo y la zona menos poblada en la actualidad (Monegros
, Campo de Cariñena
, Campo de Belchite
). El hábitat se dispone de forma concentrada -con la excepción de algunas las torres en torno a Zaragoza y Ribera del Ebro- en grandes núcleos, situados sobre los ejes fluviales, y distantes entre sí. Con frecuencia superan el millar de habitantes, 22 núcleos rebasan los 2.000 y de ellos Ejea de los Caballeros
y Tarazona
con más de 10.000 hab., juegan el papel de cabeceras comarcales o supracomarcales.
En el Sistema Ibérico zaragozano las densidades, aunque inferiores en conjunto a las de la Depresión Central, son superiores a las del Pirineo o a las del Sistema Ibérico turolense. La razón estriba en el papel de densificadores demográficos que han tenido secularmente las ricas vegas hortofrutícolas del Jalón y del Jiloca. Por ello, en el mapa sólo se advierten vacíos demográficos sobre las sierras de Moncayo , la Virgen
, Vicort
y Santa Cruz
; es en sus municipios donde se han registrado las mayores pérdidas demográficas en este siglo. Los núcleos de población alineados sobre el Jalón y sus afluentes son de tamaño medio a escala aragonesa, y se hacinan en torno a Calatayud
, la segunda ciudad de la provincia y, en el pasado, de Aragón.
Un paseo por la etapa de los logros democráticos, la convicción autonomista y el acceso al estado del bienestar en el Aragón actual.
Un territorio desertizado y una sociedad envejecida constituyen el mayor problema de la comunidad.
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Seccion 8, Hoja Z-27296, Folio 130. CIF: B-50849983