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(Hist. Mod. y Contemp.). Entendemos por tales cuantos a lo largo de la Historia se han visto obligados a abandonar su patria por razones políticas; en la actualidad, con referencia a personas vivas o que han vivido hasta hace muy poco, se trata de exiliados como consecuencia de la guerra civil de 1936 a 1939.
En la primera acepción, entrarían en la historia aragonesa la expulsión de los judíos , obligados a abandonar su tierra en 1492, los miles de moriscos expulsados
en 1610; figuras excepcionales que sufrieron persecuciones diversas por su carácter de heterodoxos, tales como Miguel Servet
, Miguel de Molinos
; o bien los jesuitas
expulsados en 1767 (entre los que destaca el inventor aragonés Vicente Requeno
); tras la guerra de la Independencia
emigran por razones políticas los afrancesados
y, en general, durante el reinado de Fernando VII
, los liberales doceañistas
. Entre estos últimos habríamos de destacar a los botánicos Lagasca
y F. de Elhuyar, al músico Mariano Ledesma
(?) y, entre los primeros, al gran Francisco de Goya
. Exiliados hubo, en menor medida, tras las guerras carlistas
y en otros diversos momentos de la Edad Contemporánea.
Pero, si hacemos referencia principal a los que optaron -o se vieron forzados a ello- por abandonar España durante o al final de la guerra civil, la lista de cuantos hicieron fama en sus diversas profesiones es muy larga. Sin duda fueron muchos miles de aragoneses los que en un principio huyeron por la frontera francesa de Cataluña, o bien al replegarse en la «bolsa de Bielsa», o desde otros diversos lugares (Alicante, sobre todo), al finalizar la contienda. Pasando en la mayoría de las ocasiones por Francia, muchos de los exiliados más caracterizados y conocidos cruzaron el Atlántico y encontraron, casi siempre en países de habla española, un segundo hogar y cargos muy honrosos: profesores universitarios, editores, escritores, científicos...
México fue, sin duda, el principal receptor de aragoneses republicanos: allí recalaron al menos una parte de su exilio el director de cine Luis Buñuel , los novelistas Ramón J. Sender
, Benjamín Jarnés
y «José Ramón Arana
». Los dos últimos editaron allí algunos números de una revista titulada Aragón, junto con Manuel Andújar, que también editó con Arana la revista Las Españas. Otros grandes exiliados en México fueron el ex gobernador general de la zona republicana de Aragón, José Ignacio Mantecón
, y Juan Vicéns de la Llave, ambos expertos en biblioteconomía, el anatomopatólogo Isaac Costero
discípulo de Cajal
; el cosmógrafo y ex diputado por Zaragoza, Honorato de Castro
, que pasó otra parte de su vida en Puerto Rico; el oceanógrafo Odón de Buen
, el pedagogo Santiago Hernández Ruiz
, el neurólogo y psiquiatra Federico Pascual del Roncal, el escritor Ángel Samblancat
, el arquitecto socialista Francisco Azorín Izquierdo, el dirigente republicano Mariano Joven
, el también pedagogo Tirado Benedí
, y un largo etcétera.
En Argentina estuvo el gran experto en anatomía y ex decano de Medicina, Gumersindo Sánchez Guisande ; en Cuba, Luis Galbe Loshuertos, especialista en Derecho penal; en Colombia, el bibliotecario Luis Florén Lozano; en Santo Domingo el dibujante José Alloza; en Venezuela el higienista Santiago Ruesta Marco; en Estados Unidos (donde finalmente quedaría Sender), Joaquín Maurín
, famoso líder del P.O.U.M., y el catedrático de Medicina y gran especialista en alimentación, Francisco Grande Covián
.
Algunos quedaron para siempre en Francia, como Manuel Buenacasa y Felipe Aláiz
, ambos muy conocidos escritores y líderes anarquistas; pero la epopeya en Francia iba a ser espantosa en muchos casos. Efectivamente, poco después de terminar la guerra española estallaba la II Guerra Mundial
y, tras la ocupación por los alemanes de una buena parte del vecino país, muchos de los refugiados españoles, de inequívoco signo político y por ello altamente temidos y odiados por el III Reich, fueron internados en campos de concentración, bien como sistema de atención mínima a los altos contingentes, bien como modo de protección ideológica, bien en auténticas prisiones de castigo de las que pocos salían vivos: es el caso límite de Mauthausen, cuya historia ha contado magníficamente en varios libros y numerosos artículos Mariano Constante
, que sufrió aquellos horrores junto a otros aragoneses como Francisco Galindo, Martín y Paco Bernal, los tres Casabona, S. Raga, etc. En los campos ubicados en territorio francés estuvieron Manuel Porquet -Manzano (Argelés-sur-mer), los anarquistas Calvo, Pueyo, Gil y Mariano Cazcarra (Vernet), los comunistas Arcas, Monreal, Santolaria, Alonso, Latorre, Sampietro, Pasto (Septfonds)... Muchos de ellos lucharon valerosamente en la Résistence antinazi por lo que simbólicamente recibirían la gratitud de Francia en cálidas palabras del general De Gaulle a los «cuarenta mil españoles que han luchado al lado de Francia». Resistentes aragoneses famosos serían la maestra María Teresa Lasheras y su marido Basilio Mené, Paco Ponzán, Daniel Arazo y un largo etcétera. En el maquis francés aprendieron muchos guerrilleros aragoneses una técnica de guerra con la que, desde finales de la guerra mundial invadieron numerosas zonas españolas para restablecer la República: sería el maquis
español en el que la guerrilla de Aragón y Levante iba a destacar por su dureza y persistencia, y en que lucharon figuras como las de Joaquín Arasanz, de «El Maño» y las de muchos otros anónimos campesinos u obreros que se resistían a aceptar la victoria de Franco
.
Todavía habríamos de hacer referencia al largo y frecuente exilio de intelectuales aragoneses que, casi siempre después de haber dado el acostumbrado salto a Barcelona o Madrid buscaron mayores horizontes a su tarea, muchas veces por motivos ideológicos, otras por la mezquindad y dificultades que encontraban: así, la marcha a Uruguay, de Pablo Serrano ; a Francia, de Fermín Aguayo
y Antonio Saura
; a Gran Bretaña de José M.ª Aguirre
; a Estados Unidos, de Ildefonso Manuel Gil
, Luis García Abrines
, Ángel Alcalá y otros muchos; a Suecia, Francisco Uriz y Rafael Gastón; a Dinamarca, José M.ª Alegre; a la O.N.U., la veterana maestra de la Institución Libre de enseñanza
, María Sánchez Arbós
.
• Bibliog.:
Fernández Clemente, Eloy: «Aragoneses en el exilio»; serie de artículos en Andalán , núms. 128, 129 y 130 (1977).
Constante, Mariano: «Aragoneses en los campos nazis»; en Andalán, núms. 214, 215, 216 y 217 (1979).
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