Calvarios

Capillas y cruces que se alzan sobre los montes, en las cercanías de los pueblos, y que rememoran el Calvario de Jerusalén en donde murió Jesús. El camino que asciende a los calvarios se halla jalonado con las estaciones del viacrucis (o vía sacra). Parece ser que los calvarios los introdujeron los franciscanos, para satisfacer la devoción de los fieles que no podían ir a los Santos Lugares. Con frecuencia, antiguas ermitas dedicadas a los santos y a la Virgen se han convertido en calvarios. Los mejores calvarios se encuentran en el Bajo Aragón (Alloza, Oliete, Alcorisa, Híjar, Calaceite, etc.), donde abundan más que en el resto de la tierra aragonesa.