¿Eres Usuario Registrado? ¡Regístrate!
Por norma general, en el mundo romano la arquitectura religiosa constituye uno de los indicadores más válidos, no sólo de las diferentes manifestaciones que configuraban la vida religiosa , sino también de la importancia y prestigio alcanzado por una ciudad. Cada núcleo de población podía contar con una cifra variable de edificios religiosos, número que solía estar supeditado a la categoría y al rango jurídico que poseyese. Generalmente, el templo o los templos principales se ubicaban en el foro
de la ciudad. No obstante, podía darse el caso de que otros edificios religiosos se erigiesen fuera del recinto forense. De cualquier modo, y salvo excepciones muy destacadas, el templo romano no era un lugar público destinado al culto, sino que en realidad se trataba de la morada que acogía a la imagen de la divinidad. Por este motivo, el uso de estas construcciones estaba reservado a los sacerdotes encargados del culto, mientras que los fieles debían contentarse con una participación muy reducida en la liturgia, limitada a la presencia en los sacrificios exteriores que ocasionalmente se celebraban en la puertas de los templos, en altares erigidos con la finalidad de ser contemplados por el público. Por tratarse de edificios de categoría, su construcción era muy cuidada con materiales de calidad, en buena lógica, reaprovechados en épocas posteriores. Este hecho puede explicar la escasez de ejemplares mínimamente bien conservados y así, en la mayoría de las ocasiones, el testimonio de su existencia viene dado por la cita de un escritor antiguo, la mención de una lápida
o la representación más o menos fiel en una moneda
.
Por desgracia, las manifestaciones arquitectónicas romanas de carácter religioso atestiguadas en tierras de la actual Comunidad Autónoma de Aragón son tan parcas que pocas conclusiones pueden extraerse de ellas. A este problema hay que añadir el derivado del aspecto desigual y heterogéneo de la información conocida. En cualquier caso, no cabe la menor duda que Caesaraugusta , por su condición de colonia
y capital de conventus juridicus
, debió de contar con varios edificios religiosos, si bien es cierto que apenas hay datos que corroboren su existencia. En este caso, la única fuente documental viene proporcionada por la numismática, con la excepción de la serie de capiteles corintios y fustes estriados descubiertos, junto con una escultura femenina y otros elementos arquitectónicos, en el solar del Seminario de San Carlos, lugar conocido anteriormente como «las Piedras del Coso». A. Beltrán
, a través del estudio de las monedas de Caesaraugusta, propugna la existencia de dos templos. El primero de ellos aparece representado en un dupondio fechado en el 28-29 d.C. (XXX tribunicia potestad de Tiberio
). El anverso está ocupado por el emperador, sentado a la izquierda con pátera y cetro, mientras que en el reverso aparece un templo hexástilo, con podium de tres gradas, basas áticas y capiteles compuestos. El frontón no presenta clípeo, pero en cambio está muy adornado con series de ovas y rematado con acróteras. El monumento fue erigido en honor de Augusto
en el año 28 d.C. El segundo edificio religioso figura en una moneda del año 33 d.C. (XXXVI tribunicia potestad de Tiberio) con la cabeza diezmada y velada de Livia
, madre de Tiberio, mientras que el reverso está ocupado por un templo tetrástilo con podium de dos gradas, acróteras en forma de palmeta, así como clípeo en el frontón que están sin decorar. A esta construcción religiosa piensa A. Beltrán que corresponden los capiteles hallados en el Seminario de San Carlos, así como también la estatua femenina, que bien pudo corresponder a Fortuna, Flora o la propia Livia. Sobre la base del hallazgo de una inscripción (CIL II, 3000) encontrada en las obras de apertura de los cimientos de San Juan de los Panetes se ha querido deducir la existencia de un templo dedicado a Fortuna. Sin embargo, la interpretación dada al epígrafe por Luis López y el P. Traggia
no parece segura.
Siguiendo en la actual provincia de Zaragoza, en Gallur , en la margen derecha del río Ebro
y en la partida denominada El Cabezuelo
o Razazol, M. Beltrán Lloris identifica con un templo los restos de un edificio de planta rectangular (13 por 11,50 m.), cuyas características invitan a sugerir más bien que se trataba de una dependencia perteneciente a una villa rústica
. En la Val de Bañales
, valle situado en las proximidades de Layana
, ha sido exhumada una serie de restos de edificaciones, unas interpretadas con mayor precisión que otras. Entre las que ofrecen dudas, hay que incluir los vestigios de un edificio identificado por Galiay
con un templo, sobre la base de argumentos poco sólidos. En Calatorao
, Sentenach
da la noticia del descubrimiento de tres capiteles corintios que en su opinión corresponderían al pórtico de un templo erigido en el Ramo del Tejar, del que permanecen además los escalones, restos arquitectónicos en mármol y el suelo de la cella hecho en opus spicatum. Fruto de la labor arqueológica acometida en los últimos años en el solar en el que se ubica el municipium
de Bilbilis
, en las proximidades de Calatayud
, se ha identificado los restos de dos templos. El primero de ellos estaba emplazado en una de las vías de acceso a la ciudad. Las estructuras descubiertas han confirmado la presencia de un edificio con podium provisto de columnas de orden jónico y en cuyo interior fue hallada una pintura mural representando a Fortuna. La segunda construcción religiosa bilbilitana ocupaba una situación de privilegio dentro del recinto forense de la ciudad, hasta tal extremo que lo presidía. Su posición elevada contribuía a reforzar la sensación de majestuosidad y solemnidad que debía de proporcionar dicho edificio religioso al ser contemplado desde la plaza. A pesar de su mal estado de conservación, en recientes estudios ha podido determinarse que se trataba de una construcción englobada en el grupo de los templos perípteros, con seis columnas en los lados cortos por siete en los largos. El momento de erección de los dos templos bilbilitanos hay que situarlo en los primeros decenios del siglo I d.C. En la antigua Arcobriga
, enclavada en el Cerro Villar
de Monreal de Ariza
, el marqués de Cerralbo
interpretó como un templo romano unos vestigios que ofrecen un grado de destrucción tal que imposibilita cualquier identificación segura.
Por lo que se refiere a la actual provincia de Huesca, Del Arco defiende la existencia de un templo en Osca
, a propósito de unas estructuras descubiertas en la parte más alta de la ciudad, ocupada hoy por la catedral, que, sin embargo, no son lo suficientemente explícitas para asegurar que este enclave estuviera ocupado por un edificio religioso.
La nómina de construcciones religiosas de época romana localizadas en Aragón queda completada en el templo descubierto en el Cabezo de Alcalá de Azaila
, en la actual provincia de Teruel. Se trata de un templo in antis, es decir, dotado de dos antas en la puerta, enmarcadas por dos columnas, de dimensiones muy reducidas: la cella tiene 6,50 por 4,10 m., y el pronaos, 1,20 por 3,56 m., ambas dependencias separadas por una puerta de madera. Su fecha de construcción se remonta a los comienzos del siglo I a.C. o incluso un poco antes (Pintura
romana).
• Bibliog.:
Beltrán Lloris, M.: «Notas arqueológicas sobre Gallur y la Comarca de las Cinco Villas de Aragón»; Caesaraugusta, 33-34, 1969-70, pp. 89 y ss.
Beltrán Martínez, A.: «Las monedas antiguas de Zaragoza»; Numisma, VI, 20, 1953, pp. 9 y ss.
Id.: «Caesaraugusta»; Symposium de Ciudades Augusteas. Bimilenario de la Colonia Caesaraugusta, Zaragoza, 1976, pp. 249 y ss.
Id.: De arqueología aragonesa, I y II; Zaragoza, 1978 y 1980.
Beltrán, A., Lacarra, J. M.ª y Canellas, A.: Historia de Zaragoza, I; Zaragoza, 1976.
Lostal, J.: Arqueología del Aragón romano; Zaragoza, 1980.
Id.: «Arquitectura romana»; Atlas de Prehistoria y Arqueología Aragonesas, I: Zaragoza, 1980, pp. 184 y ss.
Martín-Bueno, M.: Aragón arqueológico: sus rutas; Zaragoza, 1977.
Aragón perteneció al Imperio Romano. Conoce como lo vivieron los aragoneses.
Categorías y Subcategorías a las que pertenece la voz:
© DiCom Medios SL. C/ Hernán Cortés 37, 50005 Zaragoza
Inscrita en el Registro Mercantil de Zaragoza, en inscripción 1ª, Tomo 2563,
Seccion 8, Hoja Z-27296, Folio 130. CIF: B-50849983