Aragón y Cataluña son las regiones españolas de menor frecuencia de amuletos. En Aragón , más numerosos en el Pirineo
y en las costumbres agrícolas, como protección contra las tormentas y pedriscos, de los niños y de los accesos de las casas
(puerta, ventana chimenea). La forma más usual de maleficio es el mal de ojo o «mal dau
» que puede ejercerse sobre la masa del pan, los animales, las cosechas, la cama, etc. Algunos amuletos son de origen foráneo, como las higas, las patas de algunos animales, azabaches compostelanos, etc. La «esconjuración
de tormentas se hace en Graus con el crucifijo de San Vicente Ferrer poniéndolo en lo alto de la torre; en Saravillo, mosén Bruno Fierro
salía a las eras armado de un pequeño crucifijo y las hacía descargar sobre Gistaín, el pueblo vecino y rival. Contra las pedregadas se enterraban en los campos ramas bendecidas de olivo o laurel, pero no de roble o nogal. Sobre las grandes chimeneas de las casas se ponía una tosca escultura representando una cabeza, el «espantabrujas». Es la chimenea lugar de entrada de malos espíritus, por lo que se hacen cruces sobre la ceniza del hogar al apilar el calibo; así, en Ansó tres, con las tenazas, diciendo: «Dios nos guarde por esta noche de fuego y de todo maleficio»; en Gistaín se hacían cruces en las ventanas y en el ojo de la cerradura; lo mismo para que «subiera» la masa en la «vacía» o artesa (Baraguás). En Chía (valle de Benasque) se quema espliego bendecido para alejar la tormenta. La rama de abeto u olivo bendecida preserva contra el rayo y otros males. En Layana los pastores se protegen lanzando hachas prehistóricas pulimentadas en determinados lugares; una punta de flecha de bronce, eneolítica, preservaba del rayo en Bujaraloz porque era un rayo mismo que al caer en el suelo penetraba cinco «estados», uno por año y en igual período de tiempo salía a la superficie solidificado. En Ansó no se puede besar al recién nacido, para que no se embruje, y se le protege con amuletos, sustituidos por medallas y bendiciones; cuando se enriquece alguien súbitamente, es que tiene una gallina negra que pone onzas de oro. Las piedras colocadas junto a una tumba, en forma de túmulo, evitan que el muerto arrebate el alma del transeúnte. (Bruja
, medicina popular
, superstición
.).
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