Villa de la prov. de Huesca, a 50 km. de la capital. Situada en el Somontano oscense, junto al río Vero
, a 660 m. de alt. Temperatura media anual, 11,3°. Precipitación anual, 700 mm. Población: en 2010, 205 hab.; en 1998, 304 hab.; en 1978, 302 hab.; en 1950, 651 hab.; en 1900, 1.248 hab. Comprende la entidad de población de Radiquero
. (Alquezranos
.).
El turismo es una importante fuente de recursos. En efecto, numerosos visitantes acuden a Alquézar atraídos por la belleza del conjunto, merecedor de su inclusión en el Parque Cultural del Río Vero , por la posibilidad de practicar deportes de aventura en los cañones del río Vero y por sus espacios naturales, dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara
.
• Encicl.: Celebra sus fiestas el 12 de agosto y el 8 de septiembre. El paisaje adquiere grandiosidad con el feliz remate, en lo alto, del castillo -colegiata
. Es uno de los pueblos museo aragoneses, como Sos del Rey Católico
y como Albarracín
. La plaza porticada, de singular belleza, está dedicada a mosén Rafael Ayerbe
, un clérigo que, entre sus muchas virtudes, tuvo la de inventar un nuevo injerto para los almendros
, lo que dio lugar a la especie denominada «almendros de desmayo», que por tener las ramas caídas como los sauces, desmayadas, resisten mejor las heladas. Nada más entrar en el pueblo, una lápida nos recuerda a don Pedro Arnal Cavero
, el maestro que mejor supo cantar el somontano oscense. Los cañones y gargantas del Vero son como un desafío del paisaje. Las calles en cuesta conducen al castillo-colegiata, que ha sido objeto de varias restauraciones.
La despoblación ha dejado su huella en muchas calles y edificios; en los pasadizos pintorescos que se asoman al río Vero. Todo es arte e historia al alcance del visitante, que ha de emplear varias horas en recorrerlo todo, para enlazar la grandeza del ayer con la miseria del hoy, como un tributo exigido por el tiempo al injusto olvido de los hombres.
• Arqueología: Al norte-noroeste del pueblo, en monte Radiquero, se encuentran los dos abrigos de Quizáns , con manifestaciones pictóricas
en tonos rojizos dentro del más puro estilo esquemático. El de mayores dimensiones es el llamado Corral del Abogado, con sus característicos ciervos y cápridos. De menor extensión pero de gran interés por la representación que detenta de un antropomorfo es el de Quizáns II. Más al este, la extensa Cueva Palomera
no difiere en cuanto a técnica, temática y color utilizados en sus tres grupos de representaciones. Otros de más reciente descubrimiento son los de Gascona, Malfora y Chimiachas
; este último encierra una magnífica representación de cérvido pintado.
Reducida sin fundamento a Castrum vigetum. Hay restos romanos en las inmediaciones y se ha atribuido tal origen a una parte de la muralla del castillo medieval. Varias villas rústicas en las inmediaciones muestran un poblamiento intenso en aquella época.
Aguas abajo del Vero, en el camino viejo de Alquézar a Barbastro , se conservan los restos de un puente de dos arcadas de discutible datación romana o medieval.
• Bibliog.:
Baldellou, V.; Painaud, A. y Calvo, M.ª J.: «Los abrigos pintados esquemáticos de Quizáns, Cueva Palomera y Tozal de Mallata»; Bajo Aragón, Prehistoria, IV, Caspe, 1982.
Idem: «Dos nuevas covachas con pinturas naturalistas en el Vero (Huesca)»; Homenaje a Beltrán, Zaragoza, 1986.
López Guiral, J.: Puentes romanos en el Convento Jurídico Caesaraugustano; Zaragoza, 1985.
• Historia Medieval: Su topónimo árabe , que significa «la fortaleza», nos indica su origen militar. Según al-Razí, esta villa era una de las principales fortalezas que se levantaban en la Barbitaniya
, protegiendo el acceso a Barbastro; al-Udrí
afirma que primero perteneció a los Banu Jalaf
, siendo conquistada en 893 por Ismail-ben-Muza, de los Banu Qasi
de Zaragoza, y más tarde fue tomada por al-Tawil
. En el año 938, Abderramán III
nombró a su hijo Yahya
gobernador de Barbastro y Alquézar. Tradicionalmente se ha colocado entre 1065 y 1069 la fecha de la reconquista de Alquézar, porque esta última fecha es la que figura en el fuero que Sancho Ramírez
otorgó a sus pobladores; sin embargo, presenta algunos errores cronológicos, como titular a Sancho Ramírez rey de Pamplona (cuando no lo fue hasta 1076), error que, junto con otros, ha hecho pensar en la falsedad del diploma o, por lo menos, en que se trata de una composición tardía. Con todo, en agosto de 1067 debía de estar reconquistada, pues conocemos a las personas que tenían esta tenencia
. En el año 1074 el rey creó una canónica de San Agustín. Fue entregada esta villa a la diócesis
de Roda
, entrega legalizada el 11 de diciembre de 1080. El papel que desempeñó esta fortaleza en la reconquista del Somontano fue de gran trascendencia. Alfonso I
concedió los fueros de Jaca
a los pobladores del burgo nuevo. Por dos veces fue asignada a la mitra de Tortosa, hasta que en 1242 el obispo de Huesca consiguió su devolución. Jaime I
entregó el castillo y su villa a Arnaldo de Foces con carácter vitalicio. En 1357 fue vendida por Pedro IV
a Pedro Jordán de Urríes
. La villa tuvo voto en Cortes
.
• Arte: No se conserva el castillo levantado a principios del siglo IX por Jalaf ibn Rasid , siendo los restos más antiguos de la segunda mitad del siglo XI, correspondientes a construcciones del rey Sancho Ramírez: las ruinas de un torreón, en el lugar más alto de la roca donde se emplazó la fortaleza; la torres del vigía; algunos lienzos de murallas; restos de la iglesia de Santa María Magdalena, del castillo; y parte de la iglesia románica consagrada en 1099. La muralla externa, con la puerta de ingreso al conjunto, debe ser del siglo XV.
Destaca el atrio de la iglesia románica , con cuatro arcos desiguales de medio punto que apean en capiteles rudamente esculpidos, que en un total de seis narran, sin guardar el orden bíblico, la historia de Abraham visita de los tres peregrinos, preparación del banquete y sacrificio de Isaac; una, al parecer, visión de la iglesia militante, presidida por San Pedro; la creación del hombre, representando la divinidad con un cuerpo humano dotado de tres cabezas dogma de la Trinidad; el Diluvio, con una curiosa visión del arca de Noé; escenas alusivas a Adán, Eva, Caín y Abel; y el banquete dado por Herodes, con la bailarina Salomé. Hacia 1313 se construyó el claustro
, para el que se aprovechó el atrio románico; las tres restantes crujías tienen arcos de medio punto, sostenidos por pares de columnas. A fines del siglo XV las paredes de este claustro fueron decoradas con frescos, que recuerdan el gótico lineal y explican temas del Nuevo Testamento. Otros frescos en las mismas paredes, tremendistas, son de factura popular de los siglos XVII-XVIII.
Una comisión formada por cinco vecinos de la villa y aldeas contrató las obras de construcción de una nueva iglesia en 1525 con el arquitecto Juan de Segura, el cual comenzó la edificación en mayo del mismo año y la terminó en septiembre de 1532. Es de una sola nave, cubierta con bóveda radiada, ábside poligonal y coro de racioneros. Es de excelente factura la portada que comunica el claustro con la iglesia: doble arco conopial, truncado el inferior, ojival el superior, quedando entre ambos un tímpano que presenta la Virgen sedente con el Niño entre ángeles músicos.
En febrero de 1536 se formó una compañía por los imagineros y mazoneros Juan Moreto , Miguel de Peñaranda y Pedro de Lasaosa con la intención de trabajar en obras de ornamentación de la nueva iglesia, principalmente retablos y sillas corales. Sin embargo no debió de obrar más que las claves de las bóvedas, ya que en 1560 los altares continuaban con los retablos góticos anteriores y no se había tallado aún el conjunto coral. Quizá podría atribuirse a estos escultores la talla de los relieves del retablo mayor actual, dedicado a la Asunción de la Virgen, pero la estructura del mismo, de un precoz barroquismo, no corresponde a la época; debió de terminarse hacia 1630, año en que el obispo de Huesca facultó al prior para bendecir el altar del Santísimo, emplazado a espaldas del retablo a la altura del óculo eucarístico.
No se conservan noticias sobre los retablos laterales, debidos sin duda a iniciativas particulares, como la de Juan de Val que sufragó la capilla de San Nicostrato en 1638. La influyente familia Lecina, oriunda de Alquézar, alterando la planta original de la iglesia, sufragó la capilla del Santo Cristo a principios del siglo XVII y a ella se trasladó y guarda aún la impresionante talla románica de Jesús Crucificado, casi de tamaño natural, que se fecha como del siglo XIII.
En una dependencia alta del claustro se halla un pequeño museo alquezarense que expone valiosos objetos: el cayado de un báculo de marfil, del siglo XII, que pertenecería a alguno de los obispos de Tortosa, priores de Alquézar; dos cálices góticos de plata, una custodia barroca de plata y otros objetos de orfebrería litúrgica; el retablo de Santa Ana, de cinco calles y predela, con la imagen de la titular Santa Ana, la Virgen y el Niño—en la tabla central; el Calvario en el remate; la leyenda de Santa Ana y San Joaquín, en las laterales; y seis efigies de santos, más la Piedad, en la predela; es obra del maestro de Arguis , que trabajó en el primer cuarto del siglo XV; el retablo de Santa Quiteria, obra de Juan de la Abadía
, del último tercio del siglo XV; el retablo de la Pasión, en muy mal estado de conservación, también del siglo XV; es del mismo tiempo una predela suelta, que presenta en los cuatro compartimientos que se conservan las efigies de Santa Bárbara, la Piedad, San Benito y los santos Cosme y Damián.
En el archivo de la colegiata se guarda un interesante ritual del siglo XV, algunos fragmentos de códices medievales y una importante colección de partituras de los siglos XVI a XVIII.
• Bibliog.:
del Arco, Ricardo: Catálogo monumental de Huesca; Valencia, 1942, pp. 188 ss.
Ubieto Arteta, Antonio: «La construcción de la colegiata de Alquézar», en Pirineos V (1949), pp. 253 ss.
Canellas, A. y San Vicente, A.: Aragon roman; Colección Zodiaque 1971, pp. 305 ss.
Durán Gudiol, A.: Historia de Alquézar; 1979.
• Ling.: En Alquézar y pueblos cercanos, como Radiquero, Buera , Alberuela
, Asque
y Colungo
, existe una variedad de Aragonés
que aún tiene vigencia entre sus habitantes. Por las referencias que en sus obras da P. Arnal
, podemos observar que sus características lo sitúan en el área de los somontanos. Es conocido por todos, pero su uso entre la gente joven está en franca decadencia. Participa de los rasgos comunes al aragonés, tanto en fonética vocálica como consonántica. Los artículos son los generales en aragonés: en a sanmiguelada as condutas (las cuotas), os piqueros (los albañiles). Ante preposición existe contracción: cantan os ferfez en as cachiguizas d´os marguinazos; subiendo t´as oliberas. Se conservan restos de ro, ra (con r suave) esporádicamente y siempre que va entre vocales: m´en boi ta ra biña; toma ro que te den. El pl. sigue la regla general, añadiendo -s al singular: camals de pino (ramas de pino), pinchans (pinzones); se conservan también plurales en -z: ferfez (cigarras). Indefinidos: bel andalozio (algún chaparrón); bella aulaga (alguna aliaga); bella cosa bezes (muchas veces); no teneba guaire frío (no tenía mucho frío). Demostrativos: ixe, ixa, ixo, ixos, ixas: ixo patantón d'Antoniet; qué ye ixo. En el verbo se conserva la típica desinencia -z de la 2.ª pers. de pl.: beníz (venís), queréz (queréis). Los imperfectos son comunes: feban (hacían), quereban (querían), beniban (venían). Los indefinidos son del tipo sintético, sincopándose la 3.ª pers. pl.: sembrón (sembraron), tubon (tuvieron), pudon (pudieron), durón (duraron). Los participios acaban en -áu/-ada, -iu/-ida, pero quedan restos de -ato/-ata, -ito/-ita: bachato (bajado), escusata (ahorrada), querita. El uso de ne es general; se conjugan con él los verbos de movimiento: m'en boi ta Balbastro; poqué à poqué s'en tornaban. También se usa con otros valores: dame-ne; dile-ne; en hay de tordas, etc. El léxico es muy abundante, conservándose incluso mejor que en algunos valles altoaragoneses.
• Música: Demuestra su importancia en la colegiata de Alquézar el que, desde tiempos muy antiguos (año 1517), se creó el cargo de maestro de capilla , y en 1543 el de organista
. La polifonía fue muy cultivada en esta colegiata, conservándose, por un lado, una colección de 31 villancicos a cuatro, seis y ocho voces, de los que doce son de autor anónimo.
Estos villancicos son los siguientes: 1: Villancico, a ocho voces (anónimo). 2: Si las aves os cantan la gala (anónimo). 3: Villancico, a ocho voces (anónimo). 4: Villancico de misacantano, a seis voces (anónimo). 5: Villancico, a ocho voces, de Fernández. 6: Villancico, a cuatro voces, de M. Aguilar. 7: Villancico al Nacimiento, de M. Marqués. 8: Villancico a Santa Orosia, a ocho voces, de Fco. Solanas. 9: Domine ad adjuvandum, a ocho voces (incompleto), de Fco. Solana. 10: Villancico, a ocho voces, de Sebastián Alfonso . 11: Villancico, a ocho voces (anónimo). 12: Un delito ha cometido, a cuatro voces (anónimo). 13: Villancico al Nacimiento, a ocho voces (anónimo). 14: Villancico a Santa Orosia, a ocho voces (anónimo). 15: Reparad (anónimo). 16: Ventecico, a seis voces (anónimo). 17: No miran los ojos, a ocho voces (anónimo). 18: Villancico, a siete voces (anónimo). 19: Villancico, a ocho voces, de Solanas. 20: Villancico a ocho voces, de D. Fernández. 21: Villancico, de Burgas. 22: Villancico, a ocho voces, de Fco. Solanas. 23: Villancico al Nacimiento, de fray Felipe de Santiago. 24: Villancico, a ocho voces, de Fco. Solanas. 25: Villancico, a seis voces, de G. Díaz. 26: Villancico, a ocho voces, de Orencio Solanas. 27: Villancico al Nacimiento, de Juan de Santiago. 28: Villancico, a ocho voces, de Miguel Marqués. 29: Oh qué milagro, de O. Solanas. 30: Villancico a la Virgen de Vargas. 31: Avecillas, a cuatro voces, de fray Jaime Sánchez.
Existen también diecisiete motetes, a cuatro, seis y ocho voces, siendo sus titulos y autores: 1: Salve Regina, a ocho voces (anónimo). 2: Beatus Vir, a ocho voces, de Yusepe Chabres. 3: Dixit Dominus, a seis voces, de Miguel Selma. 4: Motete, a cuatro voces, de Orencio Solanas. 5: Dixit Dominus y Domine ad adjuvandum, de Urban de Burgas. 6: Laudate Pueri, a ocho voces, de Lienas. 7: Para Ofertorio, a seis voces, de Joan Buyos. 8: Al Santísimo, a cuatro y seis voces, de Manuel Tabares. 9: Salve, a ocho voces, de Marqués. 10: Regina Coeli, a ocho voces (anónimo). 11: Ave Regina Coelorum, a ocho voces (anónimo). 12: Crucifixus, a cuatro voces (anónimo). 13: Beatus Vir, a doce voces, de Vicente García. 14: Al Barato, a ocho voces, de Orencio Solanas. 15: Salve Regina, a ocho voces, de Juan de la Bermeja. 16: Salve, a tres voces, del Mallorquín. 17: O Pan, a ocho voces, de Juan Bautista Comes.
Asimismo se conservan ocho obras dedicadas a S. Nicostrato, patrono de Alquézar, y a las santas Nunilo y Alodia; unas son de autor desconocido y otras compuestas por Orencio Solanas y Fray Jaime Sánchez. De Sebastián Aguilera de Heredia , organista de la catedral de Huesca del año 1585 al 1603, se conserva un ejemplar del Canticum Beatissimae Virginis Deiparae Mariae..., uno de los pocos existentes en España. Abundan, también, los libros de música gregoriana, algunos de reconocido valor. El órgano es del s. XVII y se encuentra en estado aceptable. Según todos estos datos, el canto gregoriano, la polifonía y la literatura organística fueron muy cultivados por el Capítulo de Alquézar; sin embargo, no tenemos constancia de ningún nombre de maestro de capilla ni de organista, aunque es muy probable que muchos de los autores de las obras citadas ocupasen estos cargos.
• Bibliog.:
Arnal, P.: Aragón en Alto; Zaragoza, 1940.
Arnal, P.: Vocabulario del alto-aragonés (de Alquézar y pueblos próximos); Madrid, 1944.
J. F. Forniés Casals publicó en Zaragoza en 1973 una obra de visión histórica de conjunto sobre esta localidad.
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