(Zaragoza , 16-III-1895 - id., 16-V-1965). Abogado, periodista, conferenciante, crítico taurino (como «Don Indalecio»), personalidad destacada de la cultura zaragozana durante cuarenta años. Hijo de Enrique de Lacadena y Lalaguna -de linaje
infanzón
de Jaca
y de Berdún
, subintendente de Administración Militar- y de Emilia Brualla y Gil, casados en 1886 y padres de cinco hijos. Heredó el marquesado de La Cadena
.
Primeras letras con los Hermanos Maristas, cuya Asociación de Antiguos Alumnos presidiría luego. Bachiller en 1909. Perito Mercantil en 1910. Licenciado en Derecho en 1914: discípulo de Sasera, Comín , Moneva
, La Figuera; condiscípulo de José Calvo Sotelo
. Pasante en el bufete de Emilio Laguna Azorín. Desde 1917, abogado del Colegio zaragozano, en cuya junta de gobierno fue dos veces diputado. Cuarenta años de dignísimo ejercicio profesional. Casó el 23-XII-1926 con Esther Calero.
Desde 1922 simultaneó la abogacía con el periodismo en El Día , Las Noticias, La Voz de Aragón
-cuyo consejo de administración presidió-, El Noticiero
, Amanecer
y Hoja del Lunes
, como gacetillero, reportero de sucesos, cronista de tribunales, editorialista, crítico de música, teatro, libros y toros, colaborador y hasta caricaturista. «Soy periodista -decía -. Ni nada más, ni nada menos». Sus crónicas fueron siempre una lección de bien informar, mejor escribir y espléndido juzgar. Las escribió para el pueblo, por compartir sus afanes y sentir al unísono con sus demás hermanos. Chispeaban de gracejo y claridad; también de eficacia. Escribía liso, llano, sin pedantería alguna. Su lema era «todo por y para el público lector». Había extendido a toda su labor su norma crítica taurina: «Sinceridad, imparcialidad y poca amistad con los toreros».
Tampoco tuvo gran amistad con los políticos: monárquico de convicciones liberales, militó en Derecha Aragonesa y el Bloque Nacional; estuvo a favor del Alzamiento de 1936, pero tituló expresivamente alguno de sus libros Entre Rojos y entre Azules, para significar su posición centrista; y en 1944 rechazó la oferta de entrar en el Ayuntamiento, que le hizo el gobernador Baeza. Desde entonces su actividad fue meramente literaria, pero muy copiosa: 103 conferencias sobre temas de toda índole: Cavia , Eusebio Blasco
, Isábal
, Casañal
, los años de su juventud, la Zaragoza novecentista, la conmemoración de todo acontecimiento que lo mereciese. Un voluminoso libro, Vidas Aragonesas -que refunde otro anterior Retratos a pluma-, recoge las semblanzas por él trazadas de personalidades zaragozanas. Dos libros de crónicas, Entre Rojos y entre Azules y Perspectivas de España en guerra, reúnen sus artículos de la guerra civil.
En 1948 ingresa en la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis con un discurso sobre Los años políticos e históricos de Faustino Casamayor, que contesta José Valenzuela La Rosa
; presidirá hasta su muerte su sección de Literatura, revitalizándola. Actúa intensamente como vocal de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País
. Es socio fundador de «La Cadiera
», en la que interviene muchas veces. Mantiene durante quince años en su casa del paseo de la Independencia -y, luego, en la de la calle de Blancas- el «Lectorium», tertulia literaria fundada por don Juan Moneva y Puyol
, y la preside al morir éste. Preside también el Ateneo
-de cuya junta venía siendo vocal- desde los años 1960, en que murió Emilio Laguna Azorín
, a 1965, en el que dimitió, consciente de su propia grave enfermedad.
Es consejero de la Institución «Fernando el Católico» ; vicepresidente del Centro Mercantil Industrial y Agrícola
, presidente de honor de la Asociación de la Prensa
de Zaragoza, vocal de la comisión ejecutiva de «La Caridad
», y consejero de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja
. En otro aspecto, es terciario franciscano y fervoroso devoto de la Virgen del Pilar, cuyo templo visita a diario. Su otro gran amor es Aragón, aunque odia el baturrismo
literario.
Sus aficiones máximas fueron los libros, los periódicos, el teatro y los toros. En su domicilio y en su casa de Jaca poseía una biblioteca espléndida, con cuatro mil títulos sobre toros, más de tres mil sobre teatro, una hemeroteca única y enorme riqueza de textos aragoneses del XIX y del XX. El conjunto de todas esas aficiones su rectitud, su buen humor, su caballerosidad, le convirtieron en una verdadera institución en la Zaragoza de su tiempo. Está enterrado en Jaca y la vacante que dejó su personalidad, como él dijo de otros, no ha podido ser amortizada.
• Obras:
Se excluyen las taurinas, firmadas por «Don Indalecio», y en esa voz citadas. Y por vía de ejemplo, se señalan: A vistas, entremés baturro, escrito en colaboración con Emilio Alfaro Malumbres (en Cuentos Aragoneses, recopilados por Oliván Bayle).
Quedó en flirt, novela, 1926.
Brochazos humorísticos acerca de las conferencias, Primer Salón de Humoristas de Zaragoza, 1926.
Un lector de ABC, novela, 1929.
La sonrisa de un periódico, Rotary Club de Zaragoza, 1932.
Entre Rojos y entre Azules, Librería General, Zaragoza, 1937.
Perspectivas de España en guerra, Zaragoza, 1938.
La prensa zaragozana desde 1909 hasta nuestros días, Ateneo de Zaragoza, 14-IV-1945.
Noviazgos del 900, Ateneo de Zaragoza.
Zaragoza en la época de la exposición hispano-francesa de 1908, Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, 1948.
Un gran periodista precursor: Faustino Casamayor, y sus «Años políticos e históricos», discurso de ingreso en la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, 9-V-1948.
El Pignatelli, historia breve y completa de un teatro veraniego que derribó la piqueta, junio de 1951, publicación XLI de «La Cadiera».
La Universidad de Zaragoza en tiempos de José Calvo Sotelo, Teatro de La Unión, de Jaca, 24-VII-1955, en los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza.
Biografía humorística de don Miguel de Cervantes y Saavedra, mayo de 1956; publicación C de «La Cadiera».
Biografía de «Mi Niño» en colores, Ateneo de Zaragoza, 23-III-1957.
Historia de El Circo, enero de 1963, publicación CLXXIII de «La Cadiera».
• Bibliog.:
Castán Palomar, Fernando: Aragoneses Contemporáneos: 1900- 1934; Ediciones Herrein, Zaragoza, 1934.
Horno Liria, Luis: prólogo a las Vidas Aragonesas del marqués de La Cadena, Institución «Fernando el Católico», Zaragoza, 1972.
Categorías y Subcategorías a las que pertenece la voz:
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