De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, el clima es el conjunto fluctuante de las condiciones atmosféricas caracterizado por los estados y evoluciones del tiempo en un dominio espacial determinado. Para estudiar el clima de un lugar es necesario conocer no sólo los valores medios de las distintas variables climatológicas, sino también las situaciones características y tipos de tiempo que las producen. El hecho de que no sea suficiente el análisis de los valores medios no quiere decir que éstos no deban tenerse en cuenta; todo lo contrario, su conocimiento es básico para una primera aproximación en el estudio de los climas, y con ellos suelen elaborarse los distintos índices sintéticos de clasificación de los climas. Bajo este punto de vista vamos a considerar el clima de Aragón.
Las distintas variables climatológicas podemos agruparlas de la manera siguiente: precipitaciones (granizo , lluvia
, nieve, precipitación, sequía, temporales), temperaturas (heladas
, olas de calor, olas de frío, temperatura), meteoros (calima
, escarcha
, niebla, rocío, tormenta), vientos (bochorno
, cierzo, viento), y otros (evaporación
, evapotranspiración
, y humedad; insolación, radiación, y nubosidad; fenología
, y presión atmosférica).
Hablar del clima de Aragón es hablar de la sucesión de un conjunto de climas existentes sobre el territorio aragonés, desde el clima de las altas cimas -como el del Aneto, típicamente alpino, con peculiaridades de clima de glaciar-, descendiendo por los climas de montaña de las laderas meridionales del Pirineo, pasando por los climas menos húmedos del Somontano oscense hasta llegar a los climas áridos de la depresión del Ebro y, de nuevo, remontarnos hacia climas más húmedos por el Somontano del Bajo Aragón, cruzando el entretejido de valles y sierras que constituyen el sistema Ibérico, para descender por el Maestrazgo turolense hasta las tierras de Javalambre. Para presentar los tipos climáticos de Aragón se han tomado los criterios de clasificación que se obtienen con el índice de Lang, a fin de dar un conocimiento sencillo y general, y se ha realizado también la clasificación de acuerdo con los criterios de Thornthwaite, como más detallado.
El índice de Lang viene expresado por la relación entre la precipitación media anual, expresada en litros por metro cuadrado, y la precipitación media anual, expresada en °C. La zona más amplia, con un valor del índice comprendido entre 20 y 40 -correspondiente al clima árido-, afecta a la depresión del Ebro y los valles del Jalón y Jiloca y cauce del Turia, desde Teruel. Caben destacar dos núcleos de clima húmedo, de estepa y sabana, en el entorno de San Caprasio (en la sierra de Alcubierre) y en las sierras de Vicort y Aguarón. A este mismo tipo de clima húmedo, con valores del índice de Lang comprendidos entre 40 y 60, pertenece una franja de terreno que se extiende desde Sos del Rey Católico hasta los embalses de Canelles y Escales pasando por Huesca y Graus; otra zona en las proximidades del Moncayo, su somontano, y sierra de la Virgen y otras en la provincia de Teruel, en la margen superior izquierda del Jiloca hasta la sierra de Albarracín y las sierras de Palomera y Cucalón y tierras altas del Guadalope. El clima húmedo de bosque claro se localiza en el Prepirineo, Moncayo y sierras de Albarracín y Gúdar; tiene un valor de índice comprendido entre 60 y 100 y sus precipitaciones vienen a oscilar entre los 600 y los 1.000 litros en metro cuadrado en las zonas más septentrionales, mientras que en las meridionales alcanzan el límite de los 700 u 800 mm. En las zonas superiores de las sierras ya indicadas, sin elevarse a las altas cotas pirenaicas, existe también un clima húmedo, de grandes bosques, en el que la pluviometría oscila entre los 1.000 y 1.500 litros en metro cuadrado, en el Pirineo, y entre los 750 y los 950 mm. en las demás regiones. El clima de pradera, zonas superhúmedas, con valores del índice superiores a 160, y precipitaciones entre los 1.500 y 1.900 litros en metro cuadrado, se encuentra en las zonas altas de la cordillera pirenaica.
Los criterios de Thornthwaite permiten un mayor detalle. En función del valor de la evapotranspiración potencial y real, junto con las precipitaciones y temperaturas medias, se catalogan los climas en dos tipos de regiones, unas de humedad y otras de régimen térmico, que, superpuestas, permiten una matización en las características climáticas. Sobre un fondo de coloración continua, con las que se han
caracterizado las regiones de humedad, se han trazado, a rayas, las distintas regiones térmicas. Al igual que en las demás clasificaciones climáticas, la nota dominante es el clima de tipo semiárido (D) y seco subhúmedo (C1), con precipitaciones escasas y temperaturas medias anuales relativamente elevadas, mesotérmico II (B’2). Dentro de la zona semiárida se intensifica el régimen térmico en zonas peculiares como Sariñena, Escatrón y Mazaleón. En las regiones perhúmedas (A), zonas pirenaicas, pueden distinguirse dos pisos térmicos de carácter microtérmico (C’1) y (C’2). El lector, sobre el mapa, podrá, in mente, situar la localidad o comarca de interés y determinar en función de las escalas cromáticas o de los códigos literales sobreimpresos, el tipo climático que le corresponde.
En el conjunto nacional, la parte central aragonesa pertenece a la gran unidad denominada la España de veranos secos y en la que se incluyen también los valles del Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir y algunas zonas de la vertiente mediterránea, en cuanto a su aridez se refiere, aun cuando se diferencien matices térmicos. Esta aridez de clima solamente se supera y agudiza en una estrecha franja del sureste de la Península. Las regiones septentrionales de Aragón, junto con la cornisa cantábrica y gran parte de Galicia pertenecen a la unidad de la España siempre húmeda, con máximos pluviométricos en primavera y otoño y con formación de nieblas invernales a causa de la existencia de inversiones térmicas en el fondo de los valles. El resto de la superficie aragonesa pertenece a la España semihúmeda.
Vocabulario climático aragonés
abrir ventana se dice cuando empieza a clarear o despejarse el cielo
acantalear apedrear, caer granizo grueso; llover abundantemente
aflamar agostarse la mies por el calor. En Bielsa (H.), se dice que los cereales se aflaman cuando se secan en dos o tres días debido más a la niebla baja que al calor del sol
aguacella lluvia con nieve y viento muy frío. Aguanieve
agua cierzo lluvia con aire cierzo muy fuerte
aguacha lluvia tenue, pero molesta y fría
aguada, aguadura el rocío de la mañana
agualera rocío (Se dice en La Litera, Caspe, Alforque, Azaila, etc.)
agua sol llovizna tenue luciendo el Sol
agüilla el rocío que se licua en las hojas de las plantas
airada golpe o ráfaga de viento (entre otros sitios, se dice en La Litera)
aire cornuto en Bielsa, remolinos de viento
airera en La Litera, viento fuerte y seguido
airot viento desagradable (en Bielsa)
algarazo lluvia corta y de intensidad regular
andalocio borrasca marceña, chaparrón con sol. Lluvia de poca duración
andalogio en La Litera, nublado tenue. Andalocio
aparatarse el cielo ponerse la atmósfera de tormenta
apedregar granizar. En Bielsa una antigua leyenda decía que si cuando graniza, se pone un hacha con el filo hacia arriba, en el momento que cae una piedra en el filo de la hoja, cesa el granizo
arañarse el cielo cubrirse con nubes oscuras y alargadas
arco de San Juan en La Litera, lo mismo que arco iris
balaguera en Bielsa, neblina que aparece en el verano y que hace aumentar el calor perjudicando los cultivos de los campos
bañadura rocío
batida de agua chaparrón, chubasco fuerte
bisa remusgo, viento no muy fuerte pero seguido y penetrante
bochornera bochorno que sopla con insistencia y gran fuerza (La Litera)
boira baixa en general, boira se refiere a una niebla. Ver boiras
boira preta niebla muy densa o cerrada
boiras nubes agarradas a las montañas
bolismas en Bielsa, cada una de las partículas de nieve arrastrada por el viento
bonanza temperatura benigna que deshiela. El mismo deshielo
borrasquear llover de borrasca, con mucho aparato, pero no muy fuerte
brochina viento frío, generalmente acompañado de ventisca, llovizna fría, niebla, etcétera
bronchina en determinadas zonas, viento sutil y frío que viene de Guara
bufar en general es soplar, pero se utiliza también en relación al viento
buixiquetas cada una de las burbujas que el agua de lluvia produce en el agua caída ya en el suelo (Bielsa)
burz tormenta con cielo muy oscuro que presagia gran cantidad de agua (se dice en Cartirana, junto a Sabiñánigo, H.)
calamoco en Magallón, carámbano
calmaza calmazo, aumentativo de calma. Calma chicha
calorina calor fuerte y sofocante
candarse helarse, cubrirse el agua con hielo
candelón témpano de hielo que cuelga de los tejados
carruchos se dice, en Remolinos, que llueven carruchos, para indicar que el día está caluroso y con un sol espléndido
cello lo mismo que neblina
cercora cierzo que sopla con gran violencia
cillo nubes o nublados en el horizonte que presagian tormenta
conchesta, cuñestra nieve acumulada en los ventisqueros
chaparrazo chubasco, chaparrón
chel en Bielsa, hielo
chelato lo mismo que hielo
chuflina aire de tormenta muy fuerte
dorondón en La Litera, escarcha. En otros lugares, niebla espesa y fría durante el invierno
embarrao conjunto de nubes negras y oscuras, como cerrando el horizonte en su extremo
esbanzar romper el tiempo en aire o lluvia
escampar despejar el tiempo
espazar serenarse el tiempo, cesar de llover. Generalmente se dice cuando cesan las lluvias propias de temporal
esconjurador sitio alto, cerca de la iglesia desde donde el sacerdote bendecía los campos y conjuraba las tormentas el día 3 de mayo, o cuando se aproximaba una tormenta que se temía portadora de pedrisco
escurina conjunto espeso de nubes (Bielsa)
fagüeño según Borao, viento favonio. Según Asso es viento caliente que derrite la nieve y, en ocasiones, quiere tener el sentido de halagüeño cuando el viento es suave, fresco y seguido
fresca del obispo dícese de la hora de más calor
gabachas en Bielsa, nubes que salen de la parte de Francia
gris viento suave pero fresco; tiempo frío
guaira niebla, boira
guara en la zona de Zaragoza suele llamarse así al viento muy frío del nordeste, por venir, sensiblemente, de la dirección en donde se encuentra la sierra del mismo nombre
ixofrina en Espierba (H.), frío con aire
lanzas de punta se dice que caen lanzas de punta cuando el sol calienta excesivamente
levantanza cesar el mal tiempo
lurte alud; masa de nieve desprendida de las cimas de las montañas. En su trayecto crece en volumen y arrastra cuanto encuentra a su paso
marinada en La Litera, viento de levante o venido del mar
matacabras lluvia y nieve o granizo con viento norte muy frío y fuerte
mayenco el deshielo de la nieve en primavera
mojadura en La Litera y otros lugares, rocío
moncayo llámase así en Aragón central al viento cierzo, por estimar que procede y se genera en dicha sierra
montonera montón de nieve
nevasco nevada de mucho espesor
nevuscarda nevisca, nevada que apenas cubre la tierra
niebla meona aquella niebla que moja
nieu en zonas orientales aragonesas, nieve
nuble en Bielsa, nublado
orache oraje, temperie, temperatura sin calificar y cuyo significado es función del tono de voz con que se dice. ¡Qué orache! dicho con contento, indica una temperatura agradable; pronunciado con desagrado significa todo lo contrario. En Bielsa se dice del aire frío
pedregada pedrea, pedrisco, granizada fuerte
pelacañas viento fuerte y frío
pichar la boira humedad que desprende la niebla cuando está baja y es muy densa. Ver también niebla meona
pintear empezar a llover o gotear
pleber llover
polvofitas en Lalueza (H.), remolinos de polvo, tierra y pequeños desperdicios que forma el viento previo a la presencia de una tormenta
puerto en Bielsa, viento norte que procede del puerto con Francia
revolvino torbellino
rimallos la piedra que deja una riada en los remansos o el granizo que se amontona por el viento o por el relieve del suelo, después de una tormenta
rosada escarcha
rugio en La Litera, rocío
ruixata en Bielsa, chaparrón, lluvia intensa durante poco tiempo
rujada rociada, lluvia breve y no fuerte
rujazo lluvia breve pero fuerte
rujiada golpe de lluvia
rusadeta chaparrón pequeño
rusazo chaparrón
sequero sequía. Secano, que no tiene riego
sol de caracoles el de poca fuerza y color siniestro; generalmente sale después de la lluvia o durante ella sin haber escampado aún
sorna calor pegajoso y sofocante
tambofinada tongada, golpe de agua, avenida, riada
tongada riada, avenida de un río
toscón nieve menuda y dura, cristalización de la nieve en ventiscas
transmontano viento del norte o que viene de los Pirineos
turbio turbión, aguacero pasajero y repentino con viento y nieve
turbisca viento que lleva partículas de nieve llamadas bolismas
usín torbellino de nieve menuda traída por el viento norte
visa aire no fuerte y seguido
volada ráfaga de viento
zofrina viento fuerte acompañado de lluvia
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