Sobre el poblamiento de las tierras aragonesas en época tardorromana y altomedieval se tienen muy pocas noticias. Las fuentes escritas sólo mencionan de modo especifico a los vascones , mientras que el resto de los pueblos indígenas aparecen mencionados como hispanorromanos e inmersos en la dinámica general del reino visigodo
. Sin embargo, la situación de esta zona debía de ser mucho más compleja y así se deduce de fuentes epigráficas
del siglo IV d.C. y documentos escritos de época medieval.
En primer lugar, cuatro inscripciones localizadas en Coscojuela de Fantoba (H.) y Puebla de Castro
(H.) denotan la existencia de cuatro individuos cuyos gentilicios Barbotanus
, Boletanus
y Labitolosanus
reaparecen en un documento del siglo VI para referirse explícitamente a tres delimitaciones territoriales del Alto Aragón. El mencionado documento es la Cartula Testamenti del diácono Vicente
(2-X-551), en que se señala la partición de aquella zona en Terrae: Terra Barbotana, en torno a la actual ciudad de Barbastro
(H.), Terra Boletana, en las cercanías de Boltaña
(H.), Terra Labitolosana, alrededor de Puebla de Castro (H.), Terra Terrantonensis, en la comarca conocida con el nombre de La Fueva
(H.), y Terra Caesaraugustana en el ámbito del antiguo territorio sedetano
.
Esta división del territorio es el precedente inmediato de las unidades político-territoriales testimoniadas desde el siglo VIII y que coinciden casi totalmente con comarcas naturales: Territorium Aragonense (valles occidentales del nacimiento del río Aragón
, más la ribera del Gállego
y la cuenca del Alcanadre
, con capitalidad en la ciudad de Huesca
), germen del condado de Echo-Ansó, más tarde denominado Aragón
; Territorium Boletanum (altos valles de las fuentes del Cinca
), región posteriormente conocida como Las Valles; Territorium Barbutanum (valle del Vero
$, en torno a Barbastro), núcleo del condado de Sobrarbe
; Territorium Rippacurcense (vertientes occidentales del río Noguera Ribagorzana
y cuenca del río Isábena
, en las inmediaciones de Roda
), centro del condado de Ribagorza
; Terra Labetolosana (zona baja del Cinca, lindante con la región desértica de Monegros y con el territorium Hilardense) y Terra Antonensis
(valles pirenaicos del río Ésera
, con la capital de la comarca en Tierrantona
, H.).
Por otro lado, las fuentes escritas también señalan la existencia de numerosos pagi, coincidentes con los principales valles pirenaicos. La geomorfología condicionó decisivamente la formación de estas pequeñas comunidades dentro de los distintos territoria: En el Aragonense, los sebúricos o subúricos (valles de Echo
y Ansó
), los labassales (valles de Majones
y llano de Ansó), los sassauenses (vecinos orientales de los sebúricos, que vivían en los valles de Sasau y Laurés), los iaccetani (valles de Aruex y Garcipollera, más el Campo de Jaca) y los sobales (seguramente los que habitaban la comarca del Bailés); en el territorium Boletanum sólo es conocido el pagus Gistauiensis en el valle de Chistau
. En el territorium Barbutanum, documentos del siglo XI mencionan la Ballis de Arcusa (comarca con centro en Arcusa
) y el valle de Buil
, verdadero corazón del condado de Sobrarbe. Finalmente en el territorium Rippacurcense, una vez ya convertido en el condado de Ribagorza, las fuentes testimonian los siguientes valles o regiones: En la cuenca del río Ésera, de sur a norte, la Valle Magna (al norte de Graus
), el Valle Nocelias (junto al barranco de Bacamorta
), el Valle de Lirb (al noreste del anterior), la Vallis Axenis (regada por el río Rigalvo) o territorio de Bardaxín y, por último, en la cabecera del Ésera la Valle Sositana. En la cuenca del río Isábena, remontando el curso se encuentran la Valle Malliense, gobernada desde el castillo de San Esteban, el territorio de Pedruy o Petroi, el Valle Rippacurcense, subdividido en dos zonas más pequeñas, Valle de Veranoi y Valle Apricha. Finalmente, en el río Noguera Ribagorzana, en su margen derecha se situaban el Valle Ariniense, el Valle Supedrunio y el Valle Velasia. Las tierras altas del valle se dividían en el Valle Signicitana («desde el Castillo Negro hasta Fuente Rubia y desde el puerto de la Espina hasta el puerto Guarnieri»), el Valle Arravensis (el actual valle de Barrabés), el pau Sovertense (alfoz del castillo de Suert), la terra Castellionense (Castelló de Tor), el Valle Boinam (valle de Boí) y el territorio Lespetano (con centro en Llesp). Todas estas denominaciones aparecen en textos de los siglos VIII al XI, seguramente heredadas de las antiguas divisiones territoriales de época visigoda. Tras la conquista musulmana
de estas tierras, el territorio aragonés pasó a ser la «cora
» o provincia de Huesca; el barbastrense, conocido como la Barbitaniya
, acabó siendo una cora independiente de la oscense; el ribagorzano quedó seguramente adscrito a la cora de Larida (Lérida) y en el cesaraugustano se formó la cora de Saraqusta (Zaragoza).
• Bibliog.:
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Pita Mercé, R.: «El sistema de poblamiento antiguo en las tierras de la provincia de Huesca»; Argensola, XII, pp. 105-130.
Baldellou, V., A. Biarge, y G. Fatás: Historia del Alto Aragón; Madrid, 1976.
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