Los antecedentes del Canal de Tauste se remontan al año 1252, cuando el rey de Navarra, Teobaldo I, autorizó a las villas de Fustiñana y Cabanillas para construir una presa en el río Ebro y derivar una acequia para regar sus tierras. Pasaron cerca de doscientos años y los de Tauste
, en el año 1444, obtuvieron una concesión del Príncipe de Viana
por la que podían abrir una acequia de riego, atravesando tierras navarras, y llevar el agua del Ebro a su propio término. Las dificultades encontradas para la realización de la obra, hicieron que Tauste negociara con Cabanillas y Fustiñana, hasta llegar a la firma de una escritura de concordia (4-IX-1552). Los de Tauste acometieron la empresa con más ánimo que posibilidades: el canal, tomando aguas del Ebro en término de Cabanillas, discurre por la margen izquierda del río con un recorrido total de 45 km. Los fondos aportados pronto resultaron insuficientes y la propia Villa de Tauste hubo de empeñarse con diversos créditos. Este esfuerzo extraordinario, según Joaquín Costa
, «acredita a esta Villa de heroica en el más alto grado y es un ejemplo de virilidad y de fortaleza que la generación presente haría bien en emular».
Como los problemas económicos permanecían a través de los tiempos, en 1775 el Ayuntamiento recurrió a Pignatelli , solicitando la incorporación de la acequia a la Corona, agregándola al Canal Imperial
, lo que fue concedido por Carlos III en 1781, concesión que permitió a Pignatelli desplegar su reconocida actividad y llevar a cabo la mejora que la acequia precisaba.
Ya en el pasado siglo XIX, concretamente en 1848, el gobierno de la nación devolvió la acequia de Tauste a los pueblos de Tauste, Cabanillas, Fustiñana y Buñuel, que en su calidad de condueños tienen a su cargo las obras de conservación y mejora. En cuanto a las cuestiones que se susciten sobre el riego, son dirimidas por el denominado Tribunal de las Aguas. La superficie total regada por el canal de Tauste asciende a 8.218 Ha., de las cuales 2.259 Ha. en Navarra y 5.959 Ha. en Aragón, símbolo de la tenacidad aragonesa.
• Bibliog.:
Bolea Foradada, J. A.: Los riegos de Aragón, Zaragoza, 1978.
C.E.S.I.E.: Ponencia Regadíos, Zaragoza, 1971.
Preferencias de Privacidad · Política de privacidad y cookies
© DiCom Medios SL. C/ Hernán Cortés 37, Zaragoza · 976700010